viernes, 13 de noviembre de 2009

Apreciado señor Engels

Reconozco haber descuidado mi participación en tan enojoso asunto, es que arar en el desierto llega a desanimarlo a uno. Sin embargo, luego de leer lo escrito originalmente, pienso que lo esencial sigue vigente como el primer día; quizás hubiera escrito mejor algunos puntos, pero todo con la perspectiva del tiempo es mejorable.

Lo que queda hoy más que nunca confirmado es la propuesta central: Que las Revisiones Técnicas NO SIRVEN PARA NADA (excepto para joder a muchísimos mientras se enriquecen muy pocos), o ya hubieran salido los defensores de tamaña estupidez o sinverguenzada a gritar sus éxitos.

Ya revisaré las estadísticas de accidentes para confirmar esta hipótesis. Y si Dios me da tiempo, porque mi trabajo no lo hace, trataré al menos de comprobar si alguno de los accidentes debidos a fallas mecánicas (que son diminutos en la estadística y cualquier variación será necesariamente insignificante), ha ocasionado la indispensable corresponsabilidad de quienes certificaron la idoneidad del vehículo causante, a ver si ahí son tan machitos.

Y revisaré las estadísticas de contaminación para verificar si estas han tenido una evolución favorable, tratando por supuesto de despejar el efecto favorable causado por la masiva conversión de vehículos a GNV o GLP. Porque estoy seguro que si alguna variación favorable hay, Felipillo y compañía dirán que es gracias a las RTV, pero eso lo veremos con la corrección estadística necesaria. Y por supuesto que se tomará en cuenta la reducción de azufre en el D2 que habrá a partir de enero del 2010 en Lima.

En fin, mientras tanto, seguimos jodidos, pero peleando, gracias a usted por despertarme...., querido señor Engels.

Cordialmente. Alberto Morán

No hay comentarios: